Los términos “conocimiento”, “saber”, “wissenschaft”, “knowledge”, “savoir” configuran una nube conceptual de límites indefinidos; nube que hoy se abre a un descentramiento inédito, a otras experiencias y posicionamientos, más allá (o más acá) de la matriz geográfica y temporal que marca la tradición occidental y moderna.
El sur geográfico y político impulsa tal desplazamiento, implosiona la nube y expande horizontes, proponiendo una reconfiguración del pensamiento teórico desde otro ángulo. Los lugares singulares codifican historias y trayectorias de gran escala. Los saberes más localizados brindan lecciones universales, e irónicamente contribuyen a una conciencia global.
En un mundo en proceso de reencantamiento, la religión, sus códigos, sus instituciones, sus prácticas, constituyen un instrumento que vuelve a conjugar lo universal y lo particular, en conflicto, en tensión. A su vez, el “encuentro etnográfico”, entendido en sentido amplio, enmarca la experiencia del conocimiento como un viaje, como una interacción real o imaginada con la alteridad (la del tiempo y la del espacio), atravesada por mediaciones ocultas.
CONOCIMIENTO GLOCAL 